Es una pena porque en la foto falta el gran Paco Yagüe ("el pollo") y Taky dos de los jugadores más emblemáticos del equipo.
El alma de todo era Pedro Vicente con mil batallas a cuestas y que seguía disfrutando como un chaval en los grandes partidos. Dos jugadores de superior nivel como Tarriza y Michi a quien yo no conocía demasiado antes pero me demostró en esos años ser un jugador inteligentísimo y con una velocidad de reacción y de lectura de situaciones propias de la élite, seguro que su poco peso, que suplía en defensa con inteligencia y colocación, le privó de oportunidades que su talento merecía en una época que los aleros altos y fuertes etuvieron de moda. Si en ese equipo hubiera tenido un buen base se hubiera forrado (como lo hizo cuando jugaba con Pérez Toledano antes de que éste tuviera que dejarlo y llegar yo en su lugar). Tarriza era la clase en el poste bajo, con un movimiento de pies y una coordincaión increíbles para su altura y peso. Además de un agran variedad de tiros. Recuerdo que en los tres años que yo pasé en el equipo sólo fue una vez a entrenar, así que si hubiese estado bien físicamente... Antonio Ortiz era un portento físico para la categoría aunque con él perdimos la frescura y, la verdad es que los mejores partidos fueron sin él. Cuando jugaba intentábamos que setuviera a gusto y le dábamos muchos balones lo cual nos hacía muy previsibles. Aunque era una autética bestia. Su afán competitivo y las limitaciones del equipo, porque no entrenábamos y hacíamos lo que podíamos, yo creo que le quemaba y perdía la cabeza algunas veces, pero no era mal chico; aunque su imagen en la liga era bastante mala.
El citado Paco Yagüe era un cinco encerrado en un cuerpo de 1´80 y pocos pero duro como una roca. Creo que el tío que jugaba más fuerte, al límite de su físico en cada acción. A mí me encantaba jugar con él. Taky era le heterodoxia en el juego pero siempre sumando, con un talento increíble para el rebote ofensivo y los palmeos, además de otros talentos también increíbles... Jose (a la derecha de Michi) y Rubén (último por la derecha abajo) era buenos jugadores la liga y ayudaban muchísimo, uno en ataque, rapidísimo y con buen tiro y el otro como alero reboteador y defensor muy duro, del mismo corte que Yagüe.
Me encantaba jugar con ellos, aunque era el peor de todos, porque aunque no entrenábamos y erámos una banda (¡defendimos zona 2-3 en todos los minutos de todos los partidos que yo jugué!), nadie nos ganaba fácil y peleábamos cada partido, muchas veces teníamos lesionados o por causas familiares no podíamos ir a los partidos, pero dentro del campo, todos estábamos convecidos que el que teníamos al lado iba a muerte y se iba a partir la cara por ti.
Nos reíamos mucho y algún partido bueno jugamos, incluso con victorias de mérito como una noche en Alovera donde ganamos a los campeones.
Si alguno de ellos lee esto, muchas gracias a todos (y en especial a Pedro por tirar del carro con tantísimas dificultades) por dejarme jugar con vosotros y disfrutar de aquel ambiente de grupo tan fantástico. Una de las experiencias más gratificantes del mi vida en el baloncesto.
Si bien Pedro apostaba fuerte por el juego interior aquí quien falta es otro corazón del equipo, Zurdi, fue anterior a Manolo, es la perfecta demostración que aunque tengas (mucho) talento interior necesitas alguien que lleve con mano firme al equipo y Jose lo hacía perfectamente, se noto mucho su baja.
Es una pena porque en la foto falta el gran Paco Yagüe ("el pollo") y Taky dos de los jugadores más emblemáticos del equipo.
ResponderEliminarEl alma de todo era Pedro Vicente con mil batallas a cuestas y que seguía disfrutando como un chaval en los grandes partidos.
Dos jugadores de superior nivel como Tarriza y Michi a quien yo no conocía demasiado antes pero me demostró en esos años ser un jugador inteligentísimo y con una velocidad de reacción y de lectura de situaciones propias de la élite, seguro que su poco peso, que suplía en defensa con inteligencia y colocación, le privó de oportunidades que su talento merecía en una época que los aleros altos y fuertes etuvieron de moda. Si en ese equipo hubiera tenido un buen base se hubiera forrado (como lo hizo cuando jugaba con Pérez Toledano antes de que éste tuviera que dejarlo y llegar yo en su lugar).
Tarriza era la clase en el poste bajo, con un movimiento de pies y una coordincaión increíbles para su altura y peso. Además de un agran variedad de tiros. Recuerdo que en los tres años que yo pasé en el equipo sólo fue una vez a entrenar, así que si hubiese estado bien físicamente...
Antonio Ortiz era un portento físico para la categoría aunque con él perdimos la frescura y, la verdad es que los mejores partidos fueron sin él. Cuando jugaba intentábamos que setuviera a gusto y le dábamos muchos balones lo cual nos hacía muy previsibles. Aunque era una autética bestia. Su afán competitivo y las limitaciones del equipo, porque no entrenábamos y hacíamos lo que podíamos, yo creo que le quemaba y perdía la cabeza algunas veces, pero no era mal chico; aunque su imagen en la liga era bastante mala.
El citado Paco Yagüe era un cinco encerrado en un cuerpo de 1´80 y pocos pero duro como una roca. Creo que el tío que jugaba más fuerte, al límite de su físico en cada acción. A mí me encantaba jugar con él.
Taky era le heterodoxia en el juego pero siempre sumando, con un talento increíble para el rebote ofensivo y los palmeos, además de otros talentos también increíbles...
Jose (a la derecha de Michi) y Rubén (último por la derecha abajo) era buenos jugadores la liga y ayudaban muchísimo, uno en ataque, rapidísimo y con buen tiro y el otro como alero reboteador y defensor muy duro, del mismo corte que Yagüe.
Me encantaba jugar con ellos, aunque era el peor de todos, porque aunque no entrenábamos y erámos una banda (¡defendimos zona 2-3 en todos los minutos de todos los partidos que yo jugué!), nadie nos ganaba fácil y peleábamos cada partido, muchas veces teníamos lesionados o por causas familiares no podíamos ir a los partidos, pero dentro del campo, todos estábamos convecidos que el que teníamos al lado iba a muerte y se iba a partir la cara por ti.
Nos reíamos mucho y algún partido bueno jugamos, incluso con victorias de mérito como una noche en Alovera donde ganamos a los campeones.
Si alguno de ellos lee esto, muchas gracias a todos (y en especial a Pedro por tirar del carro con tantísimas dificultades) por dejarme jugar con vosotros y disfrutar de aquel ambiente de grupo tan fantástico. Una de las experiencias más gratificantes del mi vida en el baloncesto.
Que grande eres Manolo.
ResponderEliminarSi bien Pedro apostaba fuerte por el juego interior aquí quien falta es otro corazón del equipo, Zurdi, fue anterior a Manolo, es la perfecta demostración que aunque tengas (mucho) talento interior necesitas alguien que lleve con mano firme al equipo y Jose lo hacía perfectamente, se noto mucho su baja.
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